En un paso clave hacia el fortalecimiento de los derechos digitales, la Fundación Hermes se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para abordar la importancia de situar a España como referente global en digitalización e innovación ética.
El encuentro se centró en cómo la ética y la protección de los derechos digitales pueden posicionar a España como líder europeo. Entre los temas tratados, destacó la necesidad de implementar leyes y regulaciones que limiten los impactos negativos de los avances tecnológicos, los neuroderechos, el derecho humanitario bélico y la ciberseguridad, apostando por un entorno digital más inclusivo y centrado en las personas.
El compromiso con los derechos digitales
La Fundación presentó propuestas basadas en sus investigaciones, subrayando que el éxito de España como líder en innovación tecnológica depende de su capacidad para proteger y promover los derechos de los ciudadanos en un entorno digital.
Enrique Goñi, presidente de la Fundación Hermes, destacó que “las libertades públicas y los derechos civiles online deberían ser iguales o equivalentes a los que disfrutamos en el mundo offline. Lo que está claro es que, en una sociedad cada vez más gobernada por máquinas y algoritmos, es un deber inaplazable analizar y prevenir, desde la ética y los derechos civiles, los impactos de la tecnología en la vida de las personas.”
España, hacia una digitalización ética
El Gobierno de España ya ha dado importantes pasos en esta dirección, con iniciativas como el Kit Digital, enfocado en la digitalización empresarial, y la creación de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA) que forma parte de la Estrategia de IA 2024.
Por su parte, la Fundación Hermes reafirma su compromiso de trabajar por la garantía de una digitalización centrada en las personas sumándose al proyecto Observatorio Nacional de Derechos Digitales junto a Red.es, promoviendo un entorno digital que beneficie a todos los ciudadanos.
La reunión marca un hito en los esfuerzos conjuntos para garantizar un desarrollo tecnológico ético y humano, demostrando que España está preparada para liderar la transformación digital desde los valores y derechos fundamentales.